Por qué me huelen las axilas aunque me bañe
Ese momento incómodo en el que te revisas después de ducharte y… 💥 sorpresa: el mal olor sigue ahí. ¿Por qué pasa esto? ¿Es falta de higiene? ¿Un problema de salud? Hoy te explicamos todo —sin dramas y con mucho amor propio de por medio— porque tu cuerpo merece comprensión, no castigo.

El sudor por sí solo no huele mal
Sí, leíste bien: tu sudor no tiene olor. Lo que realmente huele son unos microorganismos que viven en tus axilas —y que, de hecho, necesitas—. Estas bacterias se alimentan del sudor, y al procesarlo, liberan gases. Esos gases son los que conocemos como “chucha” (o bromhidrosis, si queremos ponernos técnicos).
Imagina que esas bacterias están haciendo “pedos” microscópicos luego de comerse tu sudor. Suena chistoso, pero es 100% real.
Entonces… aunque te bañes y elimines el sudor, las bacterias siguen ahí si no estás usando un producto que realmente equilibre esa microbiota (¡no, no todos los desodorantes lo hacen!).

¡Comparte este artículo con amigos y familiares que puedan beneficiarse de esta información y ayúdanos a promover soluciones naturales y saludables para la hiperhidrosis!
¿Qué enfermedad puede causar mal olor en tus axilas?
Hay una condición llamada bromhidrosis. No es grave, pero sí puede ser molesta. Se trata de una producción excesiva de sudor + una flora bacteriana que lo transforma en olores intensos.
También hay algunas causas médicas más complejas como:
- Infecciones en la piel (por bacterias como Corynebacterium)
- Diabetes (algunos desequilibrios metabólicos pueden alterar el olor corporal)
- Problemas hepáticos o renales
- Cambios hormonales (como los de la adolescencia o el estrés prolongado)
Pero en la mayoría de los casos, el problema no es tu salud general, sino cómo estás cuidando tus axilas.

¿Cómo cuidar tus axilas para que el sudor no huela mal?
Aquí van unos tips con base científica (y cariño):
No bloquees tus poros, ayúdalos a respirar
Usar antitranspirantes con aluminio puede parecer una solución, pero en realidad solo estás tapando los poros de tus axilas. Esto no elimina el problema, lo esconde… y puede hacerlo peor a largo plazo.
Además, el aluminio puede acumularse en tus tejidos, especialmente si te rasuras, y eso ya no es solo un tema de olor: puede tener implicaciones en tu salud.
Regula, no elimines, tu microbiota
Tu piel tiene un ecosistema propio. Si usas productos que la resecan, irritan o matan toda la flora (como algunos desodorantes con alcohol, bicarbonato o perfumes artificiales), pierdes ese equilibrio y el mal olor vuelve.
En Zuhé Natural trabajamos con tu microbiota, no contra ella. Nuestro desodorante con magnesio equilibra el pH, nutre tu piel y no la agrede. Además, los aceites esenciales que usamos tienen propiedades antibacterianas suaves pero efectivas.
Evita ingredientes que empeoren el problema
❌ Alcohol (irrita tu piel y puede generar manchas)
❌ Bicarbonato (muy abrasivo)
❌ Parabenos y fragancias sintéticas (disruptores hormonales)
Todo eso afecta cómo huele tu sudor… y tu salud general. Y sí, también puede hacer que el mal olor no se vaya incluso después del baño.
Usa un desodorante que deje que tu cuerpo haga lo suyo
Tu cuerpo sabe sudar y sabe cómo regularse. Solo necesita herramientas que lo apoyen, no que lo limiten.
Nuestro desodorante natural de Zuhé:
✅ No tapa tus poros
✅ Ayuda a balancear la sudoración natural (incluso si tienes hiperhidrosis)
✅ Contiene magnesio, que seca de forma natural y sana
✅ No bloquea el mensaje químico que comunicas con tu olor

El olor también habla de ti: no lo calles, acompáñalo
La higiene no es enemiga de lo natural. Puedes oler bien sin esconder tu naturaleza. Puedes conquistar, sentirte fresco y cuidar tu salud sin oler a químicos sintéticos.
En lugar de luchar contra tu cuerpo, acompáñalo con productos que lo entienden. Tu piel, tus axilas y tu bienestar te lo van a agradecer.
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